Invitado al encuentro “Desayunos de la mañana” del
periódico argelino arabófono Aljabar, el Embajador
de la RASD en Argelia, Mohamed Yeslem Beissat,
afirmó que “para los saharauis el proyecto de
autonomía que Marruecos pretende proponer no
constituye un acontecimiento y solo concierne a
los marroquíes”. Este proyecto es, según Beissat,
“un intento de violar la ilegalidad
internacional”; sin embargo, continuó, “la
democracia constituye el mayor enemigo para la
mercancía que Marruecos intenta vender y no será
más que una bomba de humo para ganar tiempo”.
El invitado a “Desayunos de la mañana” hizo un
detallado análisis de los intentos de Marruecos
para decidir por los saharauis a través de esta
iniciativa, y aseguró que “la solución no será lo
que quiere Rabat, la autonomía, ni lo que quiere
el Polisario; la solución pasa por exponer las
tres soluciones para la población saharaui
mediante un referéndum libre y democrático..esa es
la única solucion digna para Marruecos”.
Beissat expresó que no es tiempo de imponer
soluciones: “si Marruecos cree que la autonomía es
la solución está delirando..la solución unilateral
es una receta para la guerra y la destrucción que
tendrá consecuencias graves para toda la región
(..) el Consejo de Seguridad ha definido las
características de la solución y garantiza la
autodeterminación del pueblo saharaui, y el
rechazo de Marruecos solo ha servido para dar más
fuerza a los saharauis y Marruecos se encuentra en
una situación incomoda.”
El diplomático saharaui indicó que “todos los
pueblos que lucharon por su independencia han
pasado por la situación que actualmente vive el
proceso saharaui y que lo que propone Marruecos es
la última munición que tiene en sus manos, al
igual que hiciera el colonialismo francés en
Argelia y el Apartheid en Sudáfrica”. Marruecos,
remató el Embajador, “se estancará en la cuesta de
sus propias pseudosoluciones colonialistas”.
Con respecto a la opción de la vuelta a las armas,
el invitado del rotativo más leído en Argelia
aclaró que no se descarta tal opción y que los
saharauis tienen todas las barajas sobre la mesa.
“Si todas las soluciones pacíficas no conducen a
nada nos queda la opción de las armas para luchar
por nuestros legítimos derechos”, concluyó.
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