Coincidiendo con la visita de una alta delegación del
gobierno marroquí a París con objeto de presentar al
ejecutivo de Chirac las virtudes del citado proyecto,
Mohamed Salem lo ha vuelto a rechazar de plano,
calificándolo como una “auténtica provocación” contra el
pueblo saharaui, un “paso en falso peligroso” que puede
“acrecentar la tensión y engendrar una situación
incontrolable” en la zona del conflicto.
El
ministro saharaui, que realizó un repaso histórico del
contencioso desde el alto el fuego de 1991 hasta nuestros
días, recordando los obstáculos colocados en el camino por
Marruecos así como sus compromisos incumplidos, subrayó en
una multitudinaria comparecencia de prensa en la Embajada
Saharaui que la propuesta de autonomía alauita es un “acto
unilateral”, “un proyecto que nace muerto” porque viola la
legalidad internacional y se basa en el “hecho consumado
de la colonización”. “Nadie ha pedido a las partes del
conflicto elaborar ninguna propuesta”, insistió Mohamed
Salem, para continuar: “Marruecos pierde el tiempo y nos
lo hace perder a todos”, ya que solo podrá proponer un
“plan de autonomía” después de que el “pueblo saharaui
opte libremente por su integración en Marruecos” en un
referéndum en el que una de las opciones sea la
independencia.
A pesar
de que aun no ha desvelado la integridad de su contenido,
el gobierno marroquí anunció la semana pasada que tiene
previsto presentar su “proyecto de autonomía” ante el
Consejo de Seguridad de la ONU el próximo mes de abril,
una propuesta que hunde sus raíces en la soberanía
marroquí del territorio saharaui.
Acompañado en la mesa por el Embajador de la RASD en
Argelia, Mohamed Yeslem Beissat, el ministro saharaui
afirmó que este plan solo muestra la “persistencia en el
uso de la cuestión del Sáhara Occidental para desviar la
atención del pueblo marroquí de sus reivindicaciones de
justicia económica y social y de una auténtica
democracia”. Calificando al régimen alauita de monarquía
feudal, Mohamed Salem recordó que el pueblo saharaui sigue
comprometido, incluso con más fuerza que antes, con la la
lucha por su autodeterminación e independencia y que la
única vía para solucionar el conflicto es la organización
de un referéndum libre y transparente. “En el momento en
que algunos pensaban que los saharauis iban a bajar los
brazos ha ocurrido todo lo contrario, como demuestra la
lucha que se vive en los territorios ocupados”, continuó,
antes de hacer un llamamiento al nuevo Secretario General
de la ONU, Ban Ki-moon, al Consejo de Seguridad y a la
comunidad internacional para que ejerzan “las presiones
necesarias sobre Marruecos para que cumpla sus propios
compromisos, antes de que la situación se degrade y sea
demasiado tarde”.
El Ministro aseguró que “el Polisario usará todos los
medios que sean necesarios para hacer respetar el derecho
del pueblo saharaui a la autodeterminación”, recordando
que el movimiento de liberación ha dado “todos los pasos y
concesiones posibles” para solucionar el contencioso, como
muestra la aceptación del Plan Baker II. “La paciencia
tiene un límite y nosotros ya hemos sido demasiado
pacientes, por lo que pedimos una intervención de la
comunidad internacional con objeto de evitar un posible
retorno a la guerra”, concluyó, recordando el inconcebible
estado de sitio que desde hace años se vive en los
territorios ocupados del Sáhara Occidental, donde los
activistas saharauis pagan en sus cuerpos a diario la
represión del régimen de Mohamed VI contra toda demanda
independentista.
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