Varios miembros del
Senado de Estados Unidos han dirigido una carta al
presidente de dicho país, George W. Bush,
formulando el deseo de que junto con su
administración, aporte su apoyo al derecho del
pueblo del Sáhara Occidental a la
autodeterminación, apoyando también la solución
justa y final capaz de restablecer la paz y la
estabilidad en esta región del mundo.
"Formulamos el
deseo de que usted y su administración apoyen el
derecho a la autodeterminación del Sáhara
Occidental, haciendo avanzar el derecho a una
solución justa y final que aportaría la paz y la
estabilidad en esta parte del mundo", escriben los
senadores Russ Feingold, presidente del Subcomité
de África en la Comisión de Relaciones Exteriores,
James Inhofe, miembro de la Comisión de Servicios
Armados y Patrick Leahy, miembro de la Comisión de
Atribuciones de la Cámara Alta del Parlamento.
En esta misiva,
fechada el 29 de marzo, una copia de la cual ha
sido igualmente transmitida a la Secretaria de
Estado, Condoleeza Rice, al Consejero del
Presidente Bush para la Seguridad Nacional,
Stephen Hadley, y al embajador interino de Estados
Unidos ante la ONU, Alejandro Wolff, los senadores
norteamericanos recuerdan la crítica situación en
que se encuentra el Sáhara Occidental bajo
ocupación marroquí y el drama del pueblo saharaui
enfrentado a una negación de derecho y a la
violación de sus derechos fundamentales.
"Le escribimos
para expresar nuestra profunda inquietud sobre la
continuación del conflicto en el Sáhara
Occidental, a pesar del parecer consultivo del
Tribunal Internacional de Justicia (1975)
denegando a Marruecos toda soberanía sobre el
territorio y pese al apoyo (de la comunidad
internacional) al derecho del pueblo saharaui a la
autodeterminación, la legalidad internacional
sigue siendo ignorada’’, mantienen los senadores
norteamericanos en su carta.
Recordando las
resoluciones ya tomadas por las Naciones Unidas,
reconociendo el principio del derecho a la
autodeterminación del pueblo saharaui y
estableciendo en 1991 una Misión de Naciones
Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental
(MINURSO), los senadores estadounidenses insisten
en que el objetivo de ese apoyo y del
reconocimiento internacional es el de "organizar y
conducir a un referéndum a través del cual el
pueblo del Sáhara Occidental deberá escoger entre
la independencia o la integración a Marruecos".
Señalando las
incesantes violaciones de los Derechos Humanos de
que son víctimas los saharauis, y la acumulación
de centenares de millones de dólares ya
dispensados por la MINURSO, los parlamentarios
norteamericanos lamentan que "Marruecos, con la
ayuda del Gobierno francés en el Consejo de
Seguridad, contribuye a hacer que fracasen todos
los esfuerzos de las Naciones Unidas para
organizar un referéndum libre, equitativo y
transparente".
Los
parlamentarios recuerdan entre otras iniciativas
de la comunidad internacional para llevar la paz
al Sáhara Occidental, los acuerdos firmados en
Houston (Estados Unidos) en septiembre de 1997 por
las dos partes en conflicto, Marruecos y el Frente
Polisario, y el plan de paz elaborado por el
antiguo Secretario de Estado norteamericano, James
Baker, en su cualidad de Enviado Personal del
Secretario General de la ONU, plan aprobado de
forma unánime por el Consejo de Seguridad,
aceptado por el Frente Polisario pero rechazado
por Marruecos.
Por otra parte,
los firmantes de la carta se inquietan por los
"recientes intentos" y "maniobras diplomáticas"
del Gobierno marroquí de hacer que se acepte un
pretendido plan de autonomía sobre el territorio
saharaui, y estiman que semejante iniciativa no es
más que una "violación flagrante de la legalidad
internacional" y constituye "una negación del
derecho del pueblo saharaui" a la
autodeterminación.
"El derecho a la
autodeterminación es un principio mayor en Estados
Unidos, y queremos creer que vuestra
administración no se unirá a semejante violación
de un derecho fundamental del hombre", escriben
los senadores dirigiéndose al ocupante de la Casa
Blanca.
Haciendo notar
que si la MINURSO, que es mantenida
financieramente por la comunidad internacional y
con el dinero de los contribuyentes
norteamericanos, "llegará a cambiar de
responsabilidad", los parlamentarios dicen
reservarse el derecho a reconsiderar el hecho de
que los contribuyentes norteamericanos tengan que
financiar una operación de la ONU "que viola la
legalidad internacional".
En el capítulo de
las violaciones de los Derechos Humanos, los
senadores, que apoyan el hecho de que la MINURSO
debería emprender de forma deliberada y duradera
acciones para proteger los derechos fundamentales
incluida la seguridad del pueblo saharaui,
lamentan que Francia siga obstruyendo el Consejo
de Seguridad y piden a la Misión Permanente
norteamericana ante la ONU que lo hagan todo para
que el Consejo conceda toda la atención necesaria
a la situación en el Sáhara Occidental.
Es de recordar
que el asunto del conflicto del Sáhara Occidental,
que está inscrito desde los años 60 en la agenda
anual de Naciones Unidas, especialmente de su
Asamblea General, del Consejo de Seguridad y de la
Cuarta Comisión de Descolonización, deberá ser
objeto el próximo 20 de abril en Nueva York, de un
informe que el Secretario General Ban Ki-moon
expondrá para ser examinado por el Consejo de
Seguridad, que deberá pronunciarse también sobre
la prórroga del mandato de la MINURSO.
El examen del
asunto saharaui se produce en plena campaña
diplomática mantenida por el Gobierno de Rabat que
busca que se acepte un plan de autonomía, que ya
ha sido denunciado por varias capitales y
organizaciones regionales y de los Derechos
Humanos y rechazado por el pueblo saharaui y su
representante legítimo, el Frente Polisario, que
lo consideran de entrada como una decisión
unilateral que viola la legalidad internacional y
los acuerdos ya aprobados.
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