Como hiciera hace seis meses, en los albores del
debate del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el
el Sáhara Occidental Kofi Annan acaba de hacer
público un informe en el que solicita a Marruecos
y al Frente Polisario el inicio de negociaciones
directas como vía de solución al conflicto
territorial. El documento, que está fechado el 16
de octubre y consta de 17 páginas, recoge las
recomendaciones del Enviado Personal de Annan,
Peter van Walsum, y servirá de base para un debate
en el que deberá renovarse o declarar concluido el
mandato de la MINURSO en la zona.
"Basándome en la valoración de las actividades de
mi Enviado Personal", afirma el representante de
la ONU, "deseo recomendar al Consejo de Seguridad
que haga un llamamiento a ambas partes, Marruecos
y el Frente Polisario, para que entablen
negociaciones sin condiciones previas, a fin de
lograr una solución política justa, duradera y
aceptable por las partes que conduzca a la libre
determinación del pueblo del Sáhara Occidental".
Unas negociaciones en las que deberían participar,
como "invitados" los países vecinos, Argelia y
Mauritania, "y ser consultados por separado sobre
las cuestiones que les afectan directamente, de
conformidad con la fórmula utilizada durante el
mandato de mi anterior Enviado Personal, James A.
Baker".
Annan llega a esta propuesta, que ya realizó hace
seis meses y fue rechazada en el Consejo de
Seguridad, tras dar por sentado que, como el
Consejo descarta toda solución que no se base en
un consenso, "quedaban solo dos opciones, a saber,
la prolongación indefinida del statu quo, o la
iniciación de negociaciones directas entre las
partes".
El Secretario General de la ONU asegura que la
reciente visita a la región de su Enviado
Personal, éste "preguntó a los interlocutores
cuáles de las dos opciones preferían", y "los
oficiales del Frente Polisario respondieron que
optarían por la continuación del statu quo,
plenamente conscientes de que ello sólo podría
conducir a una nueva lucha armada". "Algunos de
ellos añadieron que,-continua- aunque la dirección
del Frente Polisario siguiera exhortando a la
moderación, la presión de los jóvenes saharaui
frustrados, que querían luchar podría ser
imposible de resistir". Tanto en la zona del
contencioso como en Nueva York, Van Walsum trató
de explicar a las dos partes su propuesta de
negociaciones directas, subrayando que éstas
"tendrían un único objetivo, respaldado por el
Consejo de Seguridad, a saber, lograr una solución
política justa, duradera y mutuamente aceptable,
en que se estipulara la libre determinación del
pueblo del Sáhara Occidental". "Como se descartaba
toda otra condición previa -aclara el informe-, en
el mandato de las negociaciones no habría cabida
para la exigencia del Frente Polisario de que se
organice un referéndum, con la independencia como
una de las opciones posibles, o la exigencia de
Marruecos, de que se reconozca su soberanía sobre
el Sáhara Occidental. Obviamente, las partes
respectivas podrían plantear esas exigencias
durante las negociaciones".
Annan insiste en que "las negociaciones no han de
despegar a menos que el Consejo de Seguridad deje
claramente sentado que el único objetivo convenido
de las negociaciones es el ejercicio de la libre
determinación; no pueden referirse a una propuesta
de autonomía del Sáhara Occidental, bajo la
soberanía de Marruecos (aunque, una vez más,
podría formularse una propuesta de ese tipo), ni
sobre un referéndum con la independencia como una
de las opciones posibles (aunque esto,
también,podría proponerse)".
"Si alguna de las dos partes no puede aceptar ese
enfoque abierto, no habrá negociaciones", indica
el informe. Para el diplomático ganiano, "esa
conclusión supondría un serio revés para
Marruecos, que está ansioso por obtener el
reconocimiento internacional de su soberanía sobre
el Sáhara Occidental. Sin embargo, un revés para
uno no supone automáticamente la victoria para el
otro. El Frente Polisario no podría tampoco
regocijarse pues, en la medida en que continúe el
statu quo, la comunidad internacional
inevitablemente se va acostumbrando cada vez más a
la idea de un control marroquí sobre el Sáhara
Occidental. El acuerdo de pesca concertado en
julio de
2006 entre la Unión Europea y Marruecos es un caso
ilustrativo", afirma.
Derechos humanos
Una de las partes más interesantes del informe
hace referencia al resultado de la misión del Alto
Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos
(ACNUDH) que visitó la zona de conflicto el pasado
mes de mayo. Annan apoya "la recomendación del
ACNUDH de que se haga todo lo posible para
asegurar el respeto de los derechos humanos del
pueblo del Sáhara Occidental por todas las
instancias y de que las Naciones Unidas estudien
con todas las partes interesadas la mejor forma de
garantizar una vigilancia adecuada y continua de
los derechos humanos en la región a fin de velar
por la protección plena de los derechos humanos
del pueblo del Sáhara Occidental". Recordemos que
la comisión de derechos humanos de la ONU
responsabiliza en su investigación a Marruecos de
multitud de vilaciones de derechos humanos en el
Sáhara ocupado.
Respecto a la situación alimentaria de los
campamentos de refugiados de Tinduf, Annan asegura
que en lo que queda de año "habrá un déficit de
alrededor de 3.500 toneladas, en su mayor parte de
cereales, y ya no existirá un fondo de seguridad
al que recurrir". Por ello, exhorta "a los
donantes a que contribuyan con generosidad a la
operación para entregar alimentos a los refugiados
del Sáhara a fin de que no se produzcan
interrupciones en la distribución de alimentos."
Finalmente, el Secretario General de la ONU
recomienda al Consejo de Seguridad una nueva
prórroga de seis meses del mandato de la MINURSO
en el terreno, hasta el 30 de abril de 2007.
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