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SPS

El Polisario afirma en la ONU, que el pueblo saharaui es "el único depositario" de la soberanía sobre el Sáhara Occidental

 Nueva York. 11/10/2006

El representante del Frente Polisario ante de la ONU, Bujari Ahmed, ha afirmado en la cuarta Comisión (encargada de las cuestiones políticas especiales y de la descolonización) que el pueblo saharaui es "el único depositario" de la soberanía sobre el Sáhara Occidental y advierte que Marruecos "juega con el fuego".

En ese sentido, el representante del Frente Polisario ante de la ONU ha rechazado de forma "categórica" e "inapelable", la autonomía que Rabat desea sustituir al Plan Baker, estimando que es "el pueblo saharaui y solamente él quien tiene el derecho legítimo, reconocido por las cartas de la ONU y de la Unión Afrricana" de decidir sobre la cuestión de la soberanía, "a través de la celebración de un referéndum de autodeterminación justo y libre, organizado y supervisado por las Naciones Unidas".

A continuación el texto íntegro de esa intervención, copia de la cual ha llegado a SPS:

INTERVENCION DEL F. POLISARIO ANTE LA IV COMISION DE LA ONU

4-5 de Octubre  2006




"Señor Presidente, honorables Miembros de la Comisión,

Quisiera antes que nada agradecerles, en nombre del Frente Polisario, la oportunidad de estar hoy ante esta importante Comisión encargada de la descolonización.

Señor Presidente,
La continua ocupación colonial del Sáhara Occidental por Marruecos constituye un desafío a los principios de la Carta de la ONU y a la  autoridad y credibilidad de esta  Organización.

En abril de este año, el Secretario general de la ONU presentó un informe al Consejo contenido en el documento S/2006/249 sobre la situación relativa a la descolonización del Sáhara Occidental. En dicho informe, recuerda al Consejo  que ningún país del mundo ha reconocido a Marruecos su pretensión de soberanía sobre nuestro país. Al  mismo tiempo, el Secretario general considera que la ONU, no puede endosar ningún Plan de paz para el Sáhara Occidental que excluya -como lo desea Marruecos- el derecho a la libre determinación del pueblo Saharaui. En dicho informe, el Secretario general deja también constancia de su profunda preocupación ante el deterioro de la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental

Quisiera abordar en primer lugar esta última cuestión.

En mi intervención figuran en anexo pruebas gráficas de la barbarie y del grado de crueldad en que ha degenerado la represión marroquí contra la población civil Saharaui. Decenas de saharauis, hombres y mujeres, han sido encarcelados y torturados mediante técnicas medievales, incluido el rociar de gasolina al preso y prenderle fuego, como lo prueba el caso del joven  Salek Saidi, que figura en la segunda página del anexo. Cometer tales crímenes es  indigno de un Estado miembro de la ONU que es a su vez miembro del Consejo de Derechos Humanos.

Como resultado de la represión,  han muerto desde mayo de 2005 tres ciudadanos saharauis. Tumbas secretas de 50 saharauis que habían desparecido tras su secuestro por las fuerzas de ocupación marroquíes tras su invasión a nuestro país fueron halladas el año pasado en el sur de Marruecos por una instancia oficial marroquí.  Esta pudo haber sido también la trágica suerte corrida por el resto de los desparecidos, entre ellos 526 civiles y 151 militares. La tristemente célebre Cárcel Negra de El Aaiún sigue llena de presos saharauis, al tiempo que 29 presos políticos sentenciados recientemente a duras penas por tribunales políticos marroquíes continúan su huelga de hambre. El pasado 23 de septiembre tuvieron lugar nuevas manifestaciones pacíficas a favor de la independencia en la ciudad de El Aaiún, que fueron reprimidas con manifiesta brutalidad, resultando varias personas heridas y 40 detenidas.

La Alta Comisaria de la ONU encargada de los Derechos Humanos, tras varios intentos que fueron frustrados por la obstrucción del Gobierno marroquí  pudo finalmente enviar en mayo pasado una delegación al  territorio Saharaui. Su informe, que realza la importancia del respeto del derecho del pueblo Saharaui a la libre determinación, confirma la gravedad de la situación  relativa a los derechos humanos en las zonas ocupadas de nuestro país.

Marruecos intenta cubrir estos crímenes derivados de su ocupación ilegal mediante el cierre del territorio a los observadores independientes, al tiempo que recurre a la política de descalificación del adversario como hiciera el Apartheid con la ANC y la Swapo, a la búsqueda de chivos expiatorios en terceros países como hicieron todos los colonialismos, y a la técnica del ladrón que grita …¡al ladrón! de la que oiremos mucho aquí.

Señor Presidente,
Marruecos ha complicado gravemente el proceso de paz y ha colocado a la ONU  en una situación extremadamente delicada de la que debe saber salir si quiere conservar su credibilidad. Tras haber saboteado el proceso refrendario que la ONU había puesto en marcha en 1991, Marruecos intenta hoy vender la idea de la posibilidad de una pseudo-solución a la descolonización del Sáhara Occidental contraria al derecho a la libre determinación del pueblo Saharaui. Para este propósito, ha lanzado una ruidosa campaña en dirección de ciertas capitales de países miembros del Consejo de seguridad y otros, a quienes la potencia ocupante desea implicar en la operación.

Marruecos especifica que dicha solución es una llamada  “autonomía” para el Sáhara Occidental partiendo de la ilusión de considerar de antemano a nuestro país  como parte integrante de su territorio. Como dijo el Secretario general en su informe de abril pasado  nadie le reconoce a Marruecos esta soberanía.

La idea nace muerta y nuestro rechazo a ella es categórico e inapelable. Y ello por las razones objetivas siguientes. El pueblo Saharaui es el único depositario de esta soberanía y sólo él está legitimado por la Cartas de la ONU y de la Unión Africana a decidir sobre esta cuestión esencial a través de un referéndum de autodeterminación justo y libre, organizado y supervisado por las Naciones Unidas. Si este pueblo decide querer ser parte de Marruecos, es su derecho y debe ser respetado. En este supuesto, que Marruecos otorgue o no un status administrativo autonómico se convertiría en un asunto interno marroquí. Pero si el pueblo Saharaui elige ser una nación independiente, su decisión debe ser igualmente respetada y a partir de ahí la forma de cómo quiera organizar administrativamente su Estado se convierte en un asunto de su exclusiva competencia. Esta es la esencia de la  sabiduría del mensaje de los autores de la Resolución 1514 (XV) llamada Carta Magna de la Descolonización.

De otro lado, la pseudo-solución conlleva en las circunstancias actuales serias consecuencias cuya responsabilidad debe ser asumida por Marruecos. El Gobierno marroquí debe no perder de vista que poner  fin al Plan de arreglo y al Plan Baker implica necesariamente poner fin al alto el fuego que las dos partes habíamos acordado como elemento inseparable del proceso referendario que había justificado el envío al Territorio  de la MINURSO.

Marruecos está jugando nuevamente con fuego, abusando de sus relaciones bilaterales con ciertas capitales  y podría terminar empujando al pueblo Saharaui y a la región a una situación de extrema tensión y riesgos que se han querido evitar hasta ahora.

Llegados a este punto, la posición del F. Polisario, Señor Presidente, respecto a  la solución del conflicto es clara y conocida. Estamos ante un problema de descolonización inscrito en las agendas de esta Camisón y del Comité Especial de los 24 desde la década de los sesenta. Como tal, la ONU asume una responsabilidad particular a la que no puede renunciar ni abandonar a los cantos de sirena de la llamada “real politik” insuflada recientemente por el gobierno  marroquí en ciertos oídos.

El referéndum de autodeterminación que estipulan los Planes de paz aprobados por el Consejo de seguridad y aceptados por las dos partes fue y sigue siendo la única solución política mutuamente aceptable y la única endosada por las Naciones Unidas. Marruecos aceptó de forma solemne y voluntaria esta solución democrática  y puso como testigo al Consejo de seguridad y a toda la Comunidad internacional. Nadie le obligó y nadie le indujo a error. Un Estado que se respete a sí mismo debe respetar sus propios compromisos. Para el Frente Polisario, la vía del referéndum de autodeterminación es, en todo caso, algo esencial, irrenunciable, no negociable.

La lógica política, el interés de la ONU en proteger su credibilidad y una visión mínimamente decente del futuro de los pueblos de esta región, recomiendan la aplicación de este principio, ya que nadie, incluida la potencia ocupante, debe cometer el error de intentar determinar unilateralmente el futuro de un pueblo objeto de una ocupación colonial sin consultar de forma válida a dicho pueblo.

Este error se cometió en 1975 cuando Marruecos decidió ocupar militarmente el Sáhara Occidental. Sus trágicas consecuencias  son  todavía  tangibles para los pueblos Saharaui y marroquí y para toda la región.

En el pasado se imputaron a la Guerra Fría gran parte de los errores cometidos tanto en el Sáhara Occidental como en otras partes del planeta. Hoy sería injustificable. La solución justa y duradera del conflicto del Sáhara Occidental es fundamental para la seguridad y la estabilidad de esta región del norte de Africa, próxima a Europa, abierta a la globalización, que quiere progresar en paz y en libertad. Esa solución pasa por un referéndum de autodeterminación.

La ONU no debe temer a su Carta  y Marruecos, si es honesto con sus proclamas públicas, debe cooperar, poner fin a la ocupación ilegal de nuestro país, a las violaciones de los derechos humanos, a la política de la doble moral, del doble estándar, y no temer a las soluciones democráticas preconizadas por la Comunidad internacional.

Muchas gracias".


 

 

 

 R.A.S.D.

 

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