La
activista saharaui Aminattou Haidar, que recibió hoy el
Premio Juan María Bandrés de la Comisión Española de Ayuda
al Refugiado (CEAR), denunció 'las torturas, persecución y
bloqueo informativo que sufre el pueblo saharaui por parte
del Reino de Marruecos'.
Haidar
relató en rueda de prensa que con menos de veinte años fue
detenida por vez primera, en noviembre de 1987, cuando la
policía marroquí abortó una manifestación 24 horas antes
de que una Comisión de Naciones Unidas visitará la zona.
La activista saharaui, de 39 años, madre
de dos hijos y símbolo de la lucha pacífica de su pueblo,
contó algunos detalles de su detención e interrogatorio
durante tres semanas, en las que fue atada de pies y manos
y sometida a sustancias químicas en los ojos y distintas
partes de su cuerpos, a olores desagradables que le ponían
en la nariz, a vejaciones verbales y a amenazas de que
iban a violarla y matarla.
'Pasé tres años y siete meses en
condiciones infrahumanas, con comida imposible de tragar,
sin higiene, con ratas, piojos e insectos alrededor, sin
juicio y sin saber nada de mi familia'.
Pero esta situación, agregó, es la misma
por la que han pasado miles de saharauis, muchos de ellos
desaparecidos, alrededor de medio millar.
No obstante, consideró que todo esto es
'quizás menos que los muchos crímenes contra la humanidad
que ha sufrido mi pueblo desde el 31 de octubre de 1975'.
'Muchos saharauis han sufrido
bombardeos, les han arrojado vivos desde helicópteros, ha
habido enterramientos colectivos, abortos forzados a las
mujeres, separaciones de madres e hijos, envenenamiento de
pozos, destrucción de bienes materiales y casas, robos y
exilios forzados', añadió.
La activista se mostró segura de que
cuando vuelva a su país va a ser detenida de nuevo, pero
seguirá en su lucha porque quiere ser 'la voz del
sufrimiento del pueblo saharaui'.
Haidar dijo haber optado por la vía
pacífica, por las manifestaciones y libertad de expresión
reconocidas en Marruecos, pero afirmó que en junio del año
pasado fue encarcelada, tras ser golpeada y herida por las
fuerzas de seguridad.
En esa ocasión volvió a ser interrogada
durante tres jornadas, de día y de noche, y después fue
enviada a la 'Cárcel Negra' de El Aaiún, capital
administrativa del Sahara Occidental, un lugar en el que
las condiciones de vida de los presos, algunos de ellos
políticos, son 'inhumanas'.
Tras una huelga de hambre de 51 días
para denunciar la situación en el interior del centro,
junto a otros presos, y 'sin que el ministerio de Justicia
marroquí diese una señal para dialogar pues quería un
suicidio colectivo', Haidar contó que abandonaron la
huelga 'por las peticiones de organizaciones de derechos
humanos y de nuestras familias'.
Durante las dos semanas que Haidar
estará en España visitará los parlamentos de Cataluña,
Euskadi, Valencia, Andalucía y Extremadura, además de
acudir a diversos partidos políticos y al Congreso y
Senado para pedir el derecho a la autodeterminación de su
pueblo y el apoyo del Gobierno español.
Aminattou critica que se les llame
separatistas porque nunca fueron parte del pueblo
marroquí, dice que sólo el Frente Polisario es
interlocutor válido y agradece el apoyo del pueblo
español.
El presidente de Cear, Ignacio Díaz de
Aguilar, dijo que el premio a la activista reconoce el
esfuerzo personal de Haidar por haber optado por la lucha
pacífica, por el compromiso con los perseguidos de su
pueblo y por su condición de mujer, que es un mérito aún
mayor en el país de donde procede.
Marruecos y el Frente Polisario se
disputan la soberanía sobre el Sahara Occidental, antigua
colonia española que el reino alauí se anexionó en 1975.
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