La
posición del Gobierno español, “sin una postura definida”
respecto al problema del Sáhara Occidental, resulta,
“penosa” y demuestra “la ruptura que existe entre el
Ejecutivo y el pueblo, que siempre se ha volcado en apoyar
a la causa saharaui”. Así de contundente se mostró ayer la
reputada defensora de los derechos humanos Aminatu Haidar,
en una rueda de prensa ofrecida en Las Palmas de Gran
Canaria. De hecho, aseguró, “si no fuera por esta lucha
incondicional
[de la ciudadanía española] no estaría aquí”. La
infatigable luchadora llegó al archipiélago canario
procedente de Suecia, donde se entrevistó con numerosos
parlamentarios y otras personalidades de la vida pública y
participó en los actos de la Jornada Internacional de los
Trabajadores.
En su
comparecencia ante los medios españoles, Haidar equiparó
la posición del Gobierno español a la del ejecutivo
francés, que con su actitud histórica de no pronunciarse
públicamente sobre el derecho de autodeterminación
saharaui, representa “la piedra” que impide celebrar el
referéndum propuesto por la ONU. “Cualquier otra solución
ajena a esta consulta será negada”, afirmó la ganadora del
V Premio Juan María Bandrés 2006 de la Fundación de la
Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), en
declaraciones que recoge la agencia EFE, ya que “el pueblo
saharaui solo admite la autodeterminación del Sáhara
Occidental”.
Haidar,
que denunció la represión orquestada por Mohamed VI dentro
y fuera de las cárceles contra los ciudadanos saharauis
que luchan contra la colonización, abandonará Canarias el
próximo sábado para recoger el citado premio en Madrid,
que le ha sido otorgado en reconocimiento a su historial
de lucha pacífica por los derechos de su pueblo. Un
galardón que valoró “altamente” y dedicó “a todo el pueblo
saharaui” como símbolo de su combate contra Maruecos, que
lo tiene sometido a “un régimen feudal, el más terrible de
todos los tiempos”. Como ejemplo, habló de su propia
experiencia personal, desde que fue “raptada” en noviembre
de 1987 hasta nuestros días, un periodo en el que ha
sufrido dos condenas de cárcel, ha conocido todo tipo de
humillaciones y torturas por parte de funcionarios
alauitas y no ha cesado de denunciar los abusos de la
administración monárquica.
Con 39 años y madre de dos hijos, Haidar fue detenida por
primera vez por participar en una protesta contra la
ocupación del Sáhara Occidental cuando una comisión de la
ONU visitaba la zona. Desaparecida y torturada durante
casi cuatro años, ha participado en importantes
iniciativas, como el Comité de coordinación de las
víctimas de desapariciones forzadas y de detenidos del
Sahara, en 1994; el Comité para la Liberación de Sidi
Mohamed Daddach y todos los detenidos saharauis, en 2001;
el Comité preparatorio de información sobre desaparecidos
saharauis, en 2002; o el Comité por la liberación de Ali
Salem Tamek y los detenidos saharauis, en 2003.
El 17 de junio de 2005, Aminetu Haidar fue encerrada en la
Cárcel Negra de El Aaiún tras ser apaleada brutalmente por
la policía cuando organizaba una manifestación en la
ciudad de Smara. Después de ser condenada a siete meses de
reclusión mayor en un juicio que ha sido denunciado por
Amnistía Internacional por no cumplir con las mínimas
garantías procesales para los acusados, fue finalmente
puesta en libertad el pasado 17 de enero.
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