La diplomacia alauita acaba de sufrir un nuevo revés en el
marco del contencioso que mantiene con el Frente Polisario
desde hace más de treinta años. Su artífice, en esta
ocasión, es uno de los pesos pesados de la política
internacional, Donald Rumsfeld, Secretario de Defensa de
los EEUU. Según el corresponsal en Rabat del periódico
español La Razón, los funcionarios de Mohamed VI llevaban
semanas preparando al detalle la visita del responsable
norteamericano con objeto de arrancarle una declaración
sobre “los peligros de inestabilidad que sufre la región
del Magreb por la actitud hostil del Frente Polisario que
cuestiona la unidad territorial de Marruecos”. La
monarquía fracasó en su intento. El pasado 13 de febrero,
en el ámbito de una entrevista que mantuvo con Mohamed VI
en la localidad marroquí de Ifran, Rumsfeld rechazó
categóricamente relacionar al Polisario con el terrorismo
de Al Qaeda, echando por tierra las pretensiones que desde
hace un año manifiestan los diplomáticos alauíes en sus
conversaciones con sus homólogos estadounidenses.
“En mi opinión hay otras áreas más propensas” a la
aparición del extremismo que el Sáhara Occidental, declaró
el secretario de defensa en Ifran, para referirse a
continuación a “amplias zonas no gobernadas” del Sahel que
pertenecen a países como Mali, Níger, Mauritania y Chad.
Con este encuentro, Rumsfeld ponía fin a una gira por el
norte de África que le llevó a visitar los días anteriores
Túnez y Argelia, donde ya dejó claro que la OTAN y el
Magreb comparten “una misma preocupación ante los peligros
que amenazan la seguridad” de la zona, en concreto, “el
peligro terrorista, la proliferación de armas de
destrucción masiva y la actividad de los traficantes de
droga”. Para el secretario de defensa, el problema del
Sáhara Occidental, “entra en otro registro”.
Seis días antes de la llegada de Rumsfeld a Marruecos, el
director del FBI, Robert Mueller, ya adelantó la posición
de su gobierno en una reunión con Mohamed VI en Rabat, al
negarse a considerar al movimiento saharaui como un “grupo
terrorista”.
Todas estas declaraciones han sido mal encajadas por los
responsables marroquíes, que temen un giro progresivo de
los EEUU a favor de la celebración del referéndum de
autodeterminación en el Sáhara Occidental como única
solución al conflicto. De igual manera, se muestran
preocupados por el peso cada vez mayor que tiene Argelia
como interlocutor estadounidense en el Magreb, en
detrimento de la monarquía alauita. |