Tras el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas
entre Ecuador y la RASD anunciado el pasado 8 de febrero,
Marruecos acaba de sufrir un nuevo revés en el marco de la
política internacional. Un día después, informa la agencia
argelina de noticias (APS), el Presidente de Brasil,
Ignacio Lula da Silva, en una declaración sostenida junto
a su homólogo magrebí, Abdelaziz Buteflika, reiteró “su
apoyo a los esfuerzos de Naciones Unidas por una solución
del asunto del Sáhara Occidental sobre la base de las
resoluciones pertinentes de la Asamblea General y del
Consejo de Seguridad”.
En concreto, Argelia y Brasil volvieron a defender “la
puesta en marcha del plan de arreglo aprobado por el
Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas
en su resolución 1495”, más conocido como Plan Baker II,
que el propio Consejo considera como “solución óptima”.
Estas declaraciones se produjeron al término de la visita
realizada por Lula a Argelia a invitación de Buteflika, la
primera de un Jefe de Estado de la potencia sudamericana
desde 1983 y se inscriben en el marco de la fluida
cooperación que viven los dos países desde hace años.
Además de la firma de varios acuerdos económicos de
carácter bilateral, los dos mandatarios repasaron la
situación sociopolítica de sus respectivas regiones,
coincidiendo en muchos aspectos como el análisis y la
solución del contencioso que enfrenta a Marruecos con el
Frente Polisario desde hace treinta años.
Este asunto, afirmó Buteflika tras la entrevista con el
presidente brasileño, “es un problema de descolonización
cuya solución reside en el ejercicio por el pueblo
saharaui de su derecho a la autodeterminación”, estimando
que “la legalidad internacional tendrá la última palabra”.
Tal y como recoge la totalidad de la prensa argelina, el
gobernante argelino insistió además en señalar que su país
“no está directamente implicado” en el contencioso
saharaui aunque “a pesar de todo se interesa” ya que
“afecta a la paz y a la estabilidad en nuestra región”,
informa la APS. |