Las fuertes lluvias caídas en los tres últimos días (del 9
al 11 de febrero) en la región argelina de Tinduf han
provocado cuantiosos daños materiales en los cuatro
campamentos de refugiados saharauis, afectando a las
viviendas familiares y a otras infraestructuras sensibles
como escuelas, hospitales y edificios de la
administración. Según un comunicado hecho público ayer por
el Ministerio de Interior de la República Árabe Saharaui
Democrática (RASD), las inundaciones causadas por estas
lluvias, “nunca vistas en la región desde 1994”, han
afectado a más del “50 por ciento de la estructura de los
campamentos de refugiados” y provocado “varios heridos”.
Por fortuna, no ha habido que lamentar la pérdida de vidas
humanas y según informaciones de los servicios saharauis
de salud, ninguno de los heridos sufre lesiones de
gravedad.
El Gobierno de la RASD, a través de la citada nota de
prensa, “invita a los ciudadanos saharauis a mostrar una
mayor solidaridad, cooperación y ayuda mutua para afrontar
los resultados de estas lluvias”, y les sugiere “evitar la
utilización de las construcciones dañadas”. Del mismo
modo, preocupado por el riesgo de la propagación de
enfermedades y epidemias, les sugiere mantener los
espacios limpios y “prestar una atención especial a la
higiene y sobretodo evitar la utilización de aguas no
tratadas”.
Estas inundaciones agravan aún más la precaria situación
que desde hace semanas se vive en los campamentos de
refugiados como consecuencia de la escasez de medicamentos
y la disminución, a niveles alarmantes, del stock de
alimentos de primera necesidad.
El precedente más próximo de una catástrofe de
características similares lo encontramos en las
inundaciones de Tinduf de 1994, que provocaron varios
muertos y decenas de heridos y casas destrozadas en el
campamento de refugiados del Aaiún. Unos años antes, en
1986, otro campamento, el de Ausserd, fue borrado
literalmente del mapa al quedar completamente anegado por
una gigantesca riada, lo que provocó decenas de muertos y
la posterior reconstrucción íntegra del poblado en un
lugar más seguro. |