Desde que comenzó la “intifada de la independencia”, a
finales de mayo de 2005, no ha pasado una sola semana en
los territorios saharauis ocupados por Marruecos sin que
se hayan registrado manifestaciones por la
autodeterminación e independencia de la colonia. La
mayoría de las veces se trata de pequeños actos
reivindicativos pero que, sumados a otros, conforman un
movimiento de protesta heterogéneo y continuo. También
sirven para demostrar que la población saharaui ha perdido
por completo el miedo a las fuerzas de ocupación. Por
parte de estas últimas, la respuesta suele ser siempre la
misma: represión y violencia. Organizaciones de reconocido
prestigio como Amnistía Internacional y Human Rights Watch
han llamado la atención sobre este hecho en
diferentes informes
y exigen que se tomen medidas para acabar
con las violaciones de los derechos humanos perpetradas
por funcionarios de Mohamed VI.
En
este contexto, según testigos presenciales, ayer, 6 de
febrero, la policía alauita detuvo
a catorce personas en la localidad marroquí de Gulimín en
el transcurso de una manifestación saharaui que fue
disuelta con el uso de "granadas
lacrimógenas y balas de goma".
Varios manifestantes resultaron heridos por la carga
policial, al igual que sucediera tres días antes en la
misma ciudad, cuando decenas de saharauis trataban de
alcanzar la sede del Gobierno Regional (wilaya) en una
marcha pacífica de carácter independentista. Entre los
heridos del primer día se encuentran los ciudadanos
Mansouri Said, Razuk Said, Yahia Marian y Litim Embarka,
indica la citada fuente.
En
la Dajla ocupada, por su parte, al menos una persona, Bela
Buaila, fue detenida por las fuerzas del orden marroquíes
en el transcurso de otra manifestación que, organizada el
3 de febrero, finalizó del mismo modo que las de Gulimín.
Según el Servicio de Prensa Saharaui, siete
"activistas de derechos humanos"
resultaron heridos como consecuencia de una
"intervención brutal"
de la policía y catorce manifestantes sufrieron malos
tratos. Los siete militantes saharauis, cuyo estado físico
es preocupante, son El Mami Amar Salem, Ulad Chej el
Mahyub, Miské Ahmed Zein, Hamadi Ahmed Menhanun, Mohamed
Brahim Machnan, Ahmed Bahya y Wanna Beida, mientras que la
lista de torturados es la siguiente : Buaila Salama Hamdi,
Buaila Mohamed Yahdih, Buaila Mohamed Mahmud, Buaila Guha,
Buaila Melah, Buaila Chreifa, Yusef Mrabih, Hamdi Al Buna,
Larossi El Meki, Sidi El Hafed, Allah Chegaf, Jadu Amar
Salem, Nquiya Buaila y Bela Chejatu Ali Salem.
Tras la abortada manifestación, la policía “destrozó los
domicilios saharauis de las familias de Adu Ahmed Zein,
Dala Buaila y Othman Buaila” y dos días después detuvo en
su propia casa al ciudadano Bal-la Cheijatu Ali Salem.
Antes de liberarlo, informan fuentes saharauis locales,
tras “ser interrogado y torturado desde las 11 de la
mañana hasta las 6 de la tarde”, “los agentes de policía
orinaron sobre él”.
Con objeto de denunciar la represión policial sufrida por
sus compatriotas en Dajla, los estudiantes y otros
ciudadanos de Smara organizaron poco después una sentada
de protesta, a cuyo término fueron detenidas por las
fuerzas del orden al menos tres personas: Mohamed Lamin
Uld Salek Uld Sidi Moulud, Mohamed Uld Ahmednah y Gabbal
Banahi.
Por último, según SPS, tres alumnos saharauis del
Instituto Lemsala del Aaiún, Chtuki Mohamed Ahmed, Dah
Hassan y El Ghali Lechgar “fueron detenidos el sábado por
los servicios de información marroquíes, y conducidos al
centro de policía judicial de la ciudad”. Una vez allí,
“las víctimas fueron sometidas a interrogatorios y
torturas durante más de seis horas, antes de ser liberados
en un “estado crítico”. |