Como sucediera en otras ocasiones desde el
inicio de la “intifada de la independencia”, las
manifestaciones del Aaiún de los últimos días han
encontrado pronto eco en algunas localidades del sur de
Marruecos con importante presencia saharaui. Un día
después de las marchas del 3 de diciembre en
la capital saharaui,
la protesta se trasladó a Gulimín y Chelia, donde se
organizaron sendas concentraciones.
El 3 de diciembre, desafiando las
prohibiciones de las autoridades marroquíes, numerosas
personas volvieron a ocupar las calles de la capital del
Sáhara Occidental de forma pacífica con objeto de reclamar
el derecho de su pueblo a la autodeterminación. Con
banderas de la RASD y eslóganes de apoyo al Frente
POLISARIO y contra la ocupación marroquí, los
manifestantes no tardaron en ser rodeados por la policía,
que impidió que otros saharauis se incorporasen al acto de
protesta.
Al día siguiente y en solidaridad con los
habitantes de El Aaiún, que desde hace varias semanas
padecen una represión feroz por parte de las fuerzas del
orden alauita, la Comisión Saharaui Contra las Violaciones
de los Derechos Humanos de la localidad de Gulimín
organizó una concentración en la Plaza Bir Nazran. En
ella, varias personas exhibieron fotografías de los
prisioneros políticos saharauis, cuya libertad se ha
convertido en una de las reivindicaciones de todas las
acciones de apoyo a la causa independentista. Al igual que
sucediera en El Aaiún y en Chelia esa misma jornada, la
policía rodeó y vigiló estrechamente el desarrollo
pacífico de la concentración.
En el llamado campo de Chelia, al sur de
Marruecos, la población saharaui se manifestó de igual
modo por el respecto del derecho de autodeterminación y en
apoyo de la intifada de la independencia. La policía
requisó varias banderas de la RASD a los manifestantes.
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